miércoles, 13 de agosto de 2008

Tengo el culo "cuadrao"



(tremenda parrafada...)

En realidad es algo que debería haber escrito ayer. Ya que poco a poco mi "trasero" vuelve a su estado natural. He vuelto de Barcelona y con muuuchas cosas en la cabeza.

Todo el mundo ha hecho esos interminables viajes en coche, de los que nunca se sabe la hora exacta de llegada y en los que la pregunta "¿cuanto queda?" de la boca de los más pequeños se escucha demasiado. Comienzas el viaje, en nuestro caso a altas horas de la madrugada (manía familiar para llegar pronto y pillar "menos" tráfico), y sólo piensas en intentar dormirte lo más pronto posible para evitar el tremendo aburrimiento que puedes llegar a pasar. Te mueves, mueves el cojín que te llevaste con toda la ilusión del mundo y que sólo has usado para eso, moverlo. Pero no te duermes todo lo pronto que quisieras y tu hermana, ya lo ha hecho en tu hombro.

Comienzas por mirar por la ventana, pero aun es de noche y no tienes nada interesante que ver. Que haces, yo, cuento lineas. Es como contar ovejitas, empiezas con buen ritmo y al cabo del rato te has quedado dormido con el cuello en forma de L.

Hora del desayuno, te levantas soñoliento y un tremendo dolor de cuello. Un batido y un buen bocata de jamón con tomate y el pensamiento de que queda la mitad te acompañan al baño. Te lavas las manos, te miras el hombro, bien... tu hermana además de dormir, te ha babeado el hombro. Perfecto, una meada y pal coche.

Es en el momento en el que un bizarro pensamiento recorre tu cabeza. Acabas de mear si, pero con ello... has tocado un pomo (de puerta) que dios sabe cuanta gente a tocado, sin limpiarse las manos. AGGG. Por dios! Lavabos dentro de los retretes por favor... a partir de ahora, iré sólo a los que están afuera...Pensamiento que hace que la otra mitad del viaje se te olvide.

Desgraciada (o afortunadamente) "movimiento slow" del que habla Diego, se apoderó de mi hace tiempo, más aún en verano llegando al límite de lo perruno asi que espero ponerme un poco mas serio, que ya va siendo hora, y dejarme de mariposas y serrín en la cabeza. Una cabeza, que tiende ha estar más y mejor amueblada que antaño.

2 comentarios :

  1. L@ncëlöt < ®@f@ > dijo...

    post de pocos comentarios...

  2. Anónimo dijo...

    Y si en ese amueblamiento mis más que humildes consejos han tenido una infima parte de influencia,me puedo dar por satisfecha!!


    Un relato que todos hemos vivido alguna vez y que no deja de tener un encanto propio de los viajes en familia.